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Qué es, cómo medir y cómo aumentar la Inteligencia Emocional

El éxito de un Gestor de Proyectos tiene una correlación mayor con su Inteligencia Emocional que co…

El éxito de un Gestor de Proyectos tiene una correlación mayor con su Inteligencia Emocional que con su coeficiente intelectual. Esto quiere decir que el éxito de un proyecto se ve más afectado por la inteligencia emocional del Jefe de Proyecto que por su inteligencia técnica o lógica. Esto es debido principalmente a que, especialmente en grandes proyectos, la parte de gestión de los stakeholders se vuelve la parte más importante del proyecto. Las relaciones con los miembros del equipo, los managers y el equipo del cliente toma una buena parte de nuestro trabajo y la manera en que gestionemos estas relaciones se torna crucial para el éxito del proyecto.

Además, en un mundo con una cantidad de Gestores de Proyectos que aumenta de manera exponencial, es fundamental formarnos en campos que permitan diferenciarnos de los demás y que nos aporten una ventaja competitiva. La inteligencia emocional es sin duda uno de estos campos en los que trabajar para destacar sobre el resto.

Aunque constan referencias al concepto de Inteligencia Emocional desde mitad del siglo XX, esta idea se popularizó en los años 80 y 90 principalmente de la mano de Wayne Payne y sobre todo gracias a Daniel Goleman. La Inteligencia Emocional (IE) fundamentalmente expresa la capacidad para reconocer las emociones tanto propias como de los demás, ajustar las emociones propias y tomar decisiones que no estén guiadas por dichas emociones.

Las características de la IE son: la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y la capacidad de empatizar y confiar en los demás.

Es preciso destacar que en general no es necesario eliminar las emociones sino ser capaz de controlarlas si es preciso, pues tanto las emociones positivas como las negativas pueden generar un resultado favorable según el contexto y la manera en que reaccionemos a las mismas. Es más importante ser capaz de entenderlas, modificarlas y utilizarlas a nuestro favor.

Continuaremos profundizando en los campos y aspectos de la inteligencia emocional más adelante, pero antes conviene entender qué son y de dónde vienen esa base de nuestro comportamiento que son las emociones

Hablemos de tus emociones

Las seis emociones básicas de los seres humanos son:

  • Tristeza
  • Ira
  • Alegría
  • Miedo
  • Sorpresa
  • Asco

A estas emociones básicas se les puede añadir culpa, admiración, curiosidad y seguridad para obtener una paleta completa de las emociones que generan los tipos básicos de reacciones en los seres humanos.

Lógicamente las emociones no suelen aparecer de manera aislada, sino que normalmente nos encontramos con distintos niveles de intensidad de las emociones básicas que pueden dar lugar a emociones y respuestas mucho más complejas. Por ejemplo, la alegría y la admiración serían la base del amor, el cual causa los celos al mezclarse con el miedo.

Emociones y pensamiento lógico

Las emociones tienen su origen biológico en la amígdala, una parte de nuestro cerebro conectada de manera directa con nuestros sentidos y que genera respuestas rápidas pero también más toscas a los estímulos exteriores. Otras partes del cerebro, principalmente el área prefrontal, se encarga de controlar las emociones para generar una respuesta más racional a esos mismos estímulos.

Los niños no son capaces de utilizar esa función de modulación y por eso reaccionan de manera pasional a los estímulos, y esto a su vez es una prueba de que la capacidad de controlar las emociones es algo que al menos en gran medida somos capaces de aprender, puesto que los adultos en general son capaces de controlar sus emociones.

La cosa se complica sin embargo algo más, puesto que las interconexiones entre los sentidos, la amígdala y el resto del cerebro son importantes para poder recordar y pensar correctamente. Es por ello que tanto la tensión emocional como la falta de emociones pueden indicar problemas en nuestra amígdala que nos dificulten pensar correctamente.

En definitiva, el pensamiento emocional y el lógico no son dos partes totalmente independientes en nuestro cerebro sino que están íntimamente relacionadas. La capacidad de controlar los impulsos de la amígdala es lo que nos permitirá reaccionar de manera racional a los impulsos externos.

Inteligencia Intrapersonal

Para explicar la inteligencia emocional podemos separas dos conceptos que integran la misma: la Inteligencia Intrapersonal, que trata las emociones propias, y la Inteligencia Extrapersonal, la cual se centra en las emociones de los demás.

La inteligencia intrapersonal es la parte que se encarga de que seamos conscientes de nuestras emociones y capaces de controlarlas. El origen de las emociones está en parte en la genética, pero también en gran medida en nuestras experiencias pasadas. Por ejemplo, cuando tenemos una mala impresión de una persona de manera inconsciente puede ser por un parecido con alguien que nos causó dolor en el pasado. Escuchar feedback de los demás es importante para entender cómo mostramos nuestras emociones, y explorar las mismas e intentar modificarlas hará que aumente nuestra inteligencia intrapersonal.

Si no piensas y controlas las emociones, éstas se hacen dueñas de la situación e impiden el pensamiento lógico. Para ejercer dicho control debemos conocernos a nosotros mismos e identificar nuestros “trigger points”, esas situaciones o expresiones que son los gatillos que disparan nuestra reacción emocional. Comprender por qué reaccionamos emocionalmente a ciertas situaciones hará que nos resulte más sencillo controlar dichas reacciones.

La meditación, el entrenamiento de constancia, el ejercicio físico, la realización de proyectos individuales, la petición de feedback o el diálogo personas cercanas nos ayudarán a entrenar la inteligencia intrapersonal.

Finalmente, el descanso apropiado, una vida saludable y relaciones sociales positivas hacen disminuir nuestro estrés y reducen nuestra carga emocional. Esto nos ayuda también a controlar nuestras emociones más fácilmente.

Inteligencia extrapersonal

La inteligencia extrapersonal es lo que nos facilita crear y mantener relaciones sociales, algo clave en la gestión de proyectos. Un factor fundamental de la inteligencia extrapersonal es la empatía, la capacidad de reconocer los sentimientos de los demás. Para ello no debemos únicamente escuchar a los demás sino también identificar los sentimientos detrás de sus afirmaciones o sus actos. A su vez, la capacidad de utilizar estos sentimientos para cambiar la opinión o las reacciones de los demás es uno de los fundamentos de la manipulación (entendida no necesariamente de manera negativa).

Las sensaciones de miedo, enfado, orgullo, seguridad, amistad, etc. que se presentan en todas las personas interesadas en el proyecto son las claves para entender cómo se comportan con respecto al mismo, y obviamente la capacidad de influenciar dichos sentimientos nos ayudará a tener éxito como Gestores de Proyectos.

Un último factor importante que de alguna manera une la inteligencia extrapersonal con la intrapersonal es la capacidad de que nuestras emociones no se vean afectadas por los demás, es decir, que seamos capaces de separar el estado ánimo de otras personas del nuestro propio para no vernos contagiados por ellas.

Los juegos de mesa, el análisis de videos y películas, las prácticas situacionales… nos permiten entrenar la inteligencia interpersonal o emocional.

Test de Inteligencia emocional

Seguramente llegado a este punto te preguntes cómo de inteligente eres emocionalmente. Pues bien, para saciar tu curiosidad rápidamente existe un sencillo test de Inteligencia Emocional, aunque conviene indicar que es un test altamente subjetivo puesto que se basa en nuestra propia estimación de una serie de factores. El test es denominado TMMS-24, consta de un total de 24 preguntas cortas en las que evaluar el grado de acuerdo o desacuerdo con respecto a una afirmación y únicamente requiere que las preguntas sean contestadas con honestidad.

El resultado del test consta de tres dimensiones de evaluación : «percepción emocional», «comprensión de sentimientos» y «regulación emocional».

Aquí tenéis una versión online del test de Inteligencia Emocional en español.

Gestión de relaciones

Ya hemos hablado anteriormente sobre Stakeholder Management de manera general. En definitiva, los Gestores de Proyectos deben crear relaciones rápidamente con su equipo, jefes, proveedores y clientes. Además, se deben ocupar de gestionar dichas relaciones para que sean positivas y duraderas.

Es por ello que el proceso de gestión de grupos de interés es el siguiente:

  1. Identificar los stakeholders.
  2. Acumular informacion sobre los mismos (objetivos, etc).
  3. Crear estrategias
  4. Gestionar la relacion

Durante todo este proceso aplicamos la inteligencia emocional, sobre todo la extrapersonal. Usaremos las emociones continuamente para liderar a nuestros equipos y para superar conflictos. En en camino de la gestión de relaciones será especialmente importante crear y mantener una atmósfera emocional positiva, controlar nuestras emociones y escuchar con empatía a nuestros interlocutores. Utilizar la inteligencia emocional en nuestro trabajo como Gestores de Proyectos sin duda nos ayudará a desarrollar nuestros proyectos con éxito.

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